La participación de las mujeres en el movimiento armado de 1910 fue fundamental a lo largo de todo su desarrollo. Dentro de las diversas actividades que realizaron estuvo la del cuidado y atención a los heridos y enfermos, así como a la población víctima de batallas o epidemias.

La enfermería, profesionalizada a finales del Porfiriato con la fundación de la Escuela de Enfermería, se convirtió, pues, en parte esencial en el periodo revolucionario y dio pie al surgimiento de nuevas organizaciones encargadas del restablecimiento de la salud.

Además de la Cruz Roja Mexicana, fundada en 1909, surgió la Cruz Blanca Neutral, “fundada y dirigida por Elena Arizmendi Mejía bajo el lema ‘Por la humanidad’.

Llegó a establecer más de 30 brigadas sanitarias en distintos estados del país durante el proceso revolucionario”. Para conocer el desarrollo de este oficio durante la Revolución, invitamos a leer el expediente digital “Las enfermeras durante la Revolución mexicana”, de Jacquelin Hernández, quien aborda el surgimiento de las primeras organizaciones, la labor de las mujeres impulsoras y la participación de las enfermeras en las diferentes facciones revolucionarias, como zapatistas y villistas; además, encontrarás una cronología y documentos relativos al tema.

Contingente de enfermeras del primer regimiento B.S.E. en patio de un edificio, ca. 1914© (38732) México, Secretaría de Cultura.INAH.Sinafo.FN.