Eufemio Zapata y sus tropas tomaron Palacio Nacional, en calidad de cuartel y caballerizas, en noviembre de 1914, lo primero que hizo al llegar a palacio fue buscar la Silla Presidencial para prenderle fuego.


Eufemio nunca encontró la dichosa silla, en su mente de hombre de campo, pensaba que se trataba de una silla de montar.

Supuesta Silla Presidencial donde aparece Francisco Villa.


Emiliano Zapata no aceptó el ofrecimiento de Francisco Villa para sentarse en la silla el 6 de diciembre del mismo año, igual que su hermano, Eufemio, prefería quemarla. «La silla está embrujada, vuelve malos a los hombres buenos«, aseguró en aquella ocasión.


La Silla Presidencial fue construida entre 1867 y 1872, por los alumnos de la Escuela de Artes y oficios de Oaxaca, como un regalo, para el presidente Benito Juárez.

Cuadro al óleo de Enrique Delauney


Otra versión dice que la silla fue fabricada para Maximiliano entre 1864 y 1865. Las iniciales que se observan en el respaldo de la silla hacen alusión a la «República Mexicana«, no tienen nada que ver con el emperador Maximiliano, por lo que es más probable que sea de la «República Restaurada» en 1867.

El cuadro al óleo del presidente Juárez fue pintado por Enrique Delauney en 1889, con base en un original de Tiburcio Sánchez de la Barquera hecho en 1858, en esta pintura se observa la Silla Presidencial, misma silla en la que se sentó Francisco Villa el 6 de diciembre de 1914 y Francisco Lagos Cházaro, probablemente en junio de 1915.

Francisco Lagos Cházaro en la “Silla presidencial”

Jorge Cabrera Vargas.