¿Por qué en México comenzó una Revolución armada y violenta? Segunda Parte.
Desde 1883 el dictador Porfirio Díaz promulgó una ley para «colonizar» las tierras según su versión baldías, cuando en realidad eran propiedad de los pueblos y comunidades indígenas.
Para 1900 la tercera parte de las tierras eran propiedad extranjera principalmente de españoles y norteamericanos. 8 individuos eran dueños de 23 millones de hectáreas, muchísimo más que un estado de la república. El Distrito Federal tiene en total 149 mil hectáreas.
Un solo latifundista, Mister E.P. Fuller era dueño de…230 mil hectáreas.
El periodista John Kenneth Turner describe en su libro «México Bárbaro» las condiciones de ESCLAVITUD y miseria de el 99% de la población en México bajo la dictadura de Porfirio Díaz, un buen preámbulo de los abusos de poder y la complicidad con los hacendados de la época y el Gobierno de los EE.UU.
Terratenientes.
Richarson Co, 302 mil hectáreas.
Palomas Land, 777 mil hectáreas.
H.G Barret Co, 106 mil hectáreas.
Chihuahua Timber, 326 mil hectáreas.
Colorado River, 326 mil hectáreas.
Mr Greene. 260 mil hectáreas.
La Hartford Co. de Connecticut era dueña de casi toda la península de Baja California; 11 y medio millones de hectáreas.
Otros latifundistas poseían alrededor de 4 millones de hectáreas en Chihuahua, Oaxaca, Durango, etc. como por ejemplo el explotador y cazique Luis Terrazas.
Se ha calculado que alrededor del 97 % de México era propiedad privada de 830 latifundistas. ¡¡Esos eran los dueños de México y no era ni siquiera el 1% de la población!!
Luis Terrazas.
Uno de los terratenientes más despiadado fue Luis Terrazas. Poderoso hacendado, responsable del mayor GENOCIDIO cometido contra Apaches en México, quien habría celebrado el golpe de Victoriano Huerta, dictador impuesto por el Gobierno norteamericano y contaba con el apoyo del ejército federal.
La familia Terrazas tenía sus propios bancos, que defraudaron a los ahorradores más de una vez.
Las empresas de los Terrazas estaban exentas de impuestos o pagaban lo que querían. Mientras gobernó el estado él mismo o a través de su yerno Enrique Creel, sus empresas hacieron negocios al amparo del ejercicio del poder.
Fueron acaparadores de las mejores tierras del norte del país…