La macabra historia de la momia de Fray Servando Teresa de Mier
Screenshot
Con la cercanía del Día de Muertos, resurge una de las historias más curiosas y tétricas de la Ciudad de México: la momia de Fray Servando Teresa de Mier.
En 1861, en pleno fervor de la Reforma Liberal y tras la abolición de las órdenes religiosas, los conventos fueron expropiados por el Estado y destinados a distintos usos o demolidos. Ese fue el caso del Convento de Santo Domingo, donde los trabajadores encontraron 14 cuerpos momificados.
Las autoridades decidieron donar una de esas momias a la Facultad de Medicina y vender las restantes a un circo, que las incorporó a su “espectáculo del terror” durante una gira europea.
La noticia llegó pronto al presidente Benito Juárez, quien ordenó una investigación que resultó infructuosa. Las momias jamás fueron recuperadas; lo último que se supo es que fueron vistas en Bélgica como parte de la gira del circo.
Como decía el propio Fray Servando, “nadie sabe, nadie supo”: hasta hoy se desconoce con certeza si la momia vendida era realmente la del célebre monje y cuál fue su destino final.