¡Cuanta verdad en este escrito!
Cuando era niño, las clases comenzaban en Septiembre descansábamos en Semana Santa, Navidad y año Nuevo y el año Escolar terminaba en Junio. Había algo raro también, los maestros no se enfermaban, no recuerdo que los maestros faltaran dos días seguidos.
Si el maestro te regañaba, no te convenía decir nada en tu casa, porque seguro te volvían a regañar y de paso un castigo.
Ni la lluvia impedía faltar a la escuela, porque era como tu segunda casa, daban ganas de ir. (Y regresar a casa empapado de agua de lluvia era un gran placer).
Al maestro se le respetaba, era como si te regañaran tus propios padres.
Los recreos eran divertidos, nadie andaba pensando en hacer cosas indebidas. Los maestros tomaban café en la cafetería o en la dirección y nos cuidaban en el patio.
Era un honor llevar y traer los libros del profesor, buscar el mapamundi en la dirección o biblioteca, pedir gises o tocar el timbre. Cuando nos daban la carpeta de asistencia de maestros para llevarlo a los salones, era un verdadero honor. Si pedíamos permiso una vez para ir al baño, teníamos que volver a la mayor rapidez posible. Nos turnábamos para borrar el pizarrón y sacudir los borradores y también era un honor llegar temprano.
Que honor tan grande cuando estabas en formación en los honores a la Bandera y que mencionaran tu nombre para salir al frente y que te colocaran la banderita. Qué alegría enorme era contarle a Mamá «izamos bandera » y llegar con la bandera colgada con un ganchito, puesta en la camisa.
Que divertido era Jugar pelota, saltar la cuerda, el quemado, al trompo, canicas y tomar distancia en la fila.
Nos enseñaban que Colón descubrió América y que Miguel Hidalgo fue el Libertador… era un reto aprender sobre la historia de México y el mundo… Hoy muchos jóvenes no saben ni el significado de la palabra «bicentenario»…
No sé cuándo aprender historia, pasó a un segundo plano, no sé cuándo los maestros comenzaron a enfermar, para necesitar un remplazo y el remplazo otro suplente… Desde cuándo los padres golpean a los maestros o desde cuándo los mismos alumnos, sacan su furia contra ellos. Cuándo fue que revisar las cabezas, el corte de cabello, uñas, ausencia de maquillaje en las niñas, el largo de la falda y el estado del uniforme en general, pasó de ser un acto de salubridad a una discriminación.
Cuándo un acto patrio, sólo fue un día feriado… No sé cuando se perdió la Escuela como institución, cuándo se perdieron los valores, el respeto a los maestros como ejecutores de enseñanza. Si esto es el progreso… perdón señores, pero si esto es progreso, que atrasados andamos.
Yo también viví esa época.