Una historia de vaqueros en el Puente Internacional

Arriando una conducta de ganado por el Puente; un espectáculo al más puro estilo del “Viejo Oeste”, en pleno Siglo XX.

Sorprendente sería ver en estos días a un grupo de vaqueros arriando doscientas reses por pleno Centro de la Ciudad, desde los Corrales Ganaderos, al sur de la Estación de los Ferrocarriles Nacionales de México, la antigua Estación del Ferrocarril Central, para dirigirse por el lado oriente los patios del Ferrocarril y luego tomar la entonces Calle del Ferrocarril, aún sin pavimentar, hasta llegar al Bordo del Río Bravo para de ahí dirigirse al Puente Internacional Lerdo Stanton.

La “conducta” iba arriada por vaqueros de la “Unión de Vaqueros de Ciudad Juárez”, aquel día 25 de Octubre de 1946, atravesando el corazón y Centro Histórico de la Ciudad, pasando por el frente de la Estación, cruzando la Avenida 16 de Septiembre, ahí a un costado de la Aduana y pasando por enfrente del Hotel Río Bravo, luego por la Plaza de Toros, luego la Calle Mejía, a un lado del edificio de piedra de la Panadería La Antigua y seguir por la entonces cuchilla del Ferrocarril del Noroeste, hasta llegar al Puente.

Los vaqueros que la arriaban, chihuahuenses todos, algunos originarios de Juárez, llevaban en sus espaldas, tal como los de ahora, poco más de trescientos cincuenta años de historia, tradición y cultura vaquera chihuahuense.

La conducción de doscientas cabezas de ganado causó emoción entre la gente de Juárez; todo un espectáculo resultó ver todo ese alboroto de reses levantando polvo y vaqueros gritando sus voces de arreo…un recuerdo no tan lejano a los años de la década de 1880, cuando era común ver tales eventos en la antigua Villa de El Paso del Norte.

Algunos tratados y estudios sobre el vaquero mexicano, dicen que este tuvo su origen en los Charros y Charrería Mexicana y que de las tierras de Jalisco se fue expandiendo esa cultura.

Cuando Juan de Oñate llegó a estas tierras traía varios cientos de reses, sin precisar cuántas, además de los animales de tracción, mulas, bueyes, caballos. Quienes cuidaban y arriaban todo ese ganado fueron los primeros vaqueros en estas tierras.

Pero aunque el vaquero chihuahuense haya heredado algunas de esas técnicas, fueron las vastas llanuras, la intrincada sierra y el agreste desierto quienes lo hicieron al temple, carácter y habilidades de estas tierras. La inmensidad y diferencias físicas del territorio y el clima extremoso entre el calor intenso y la helada y las nevadas, forjaron un vaquero netamente Chihuahuense y también un tipo de ganado caballar y vacuno diferente.

Más aún, por muchos años el vaquero chihuahuense lo fue al mismo tiempo que soldado. Si, la Guerra contra los Bárbaros Apaches también lo forjaron, heredando algunas de las técnicas y habilidades del “Soldado de Cuera” español, los Guardias Presidiales, como los que acantonaron en el Presidio de Nuestra Señora del Pilar y San José de Paso del Norte.

Pero en eso de ser vaquero y hablar del temple y de la técnica, sería injusto no mencionar a los mismos Apaches como ancestro del vaquero chihuahuense actual. El Apache aprendió a montar, a atrapar al caballo salvaje, mostrenco y a desarrollar habilidades y técnicas extraordinarias en la doma, cría y manejo del caballo.

Muchas de esas técnicas y habilidades se incorporaron a las habilidades del vaquero contemporáneo de Chihuahua y hay que decirlo también; en los tiempos de El Paso del Norte, no faltaban los “abigeos”, gringos y mexicanos, como Billy The Kid, que según su primer biógrafo y ejecutor, Pat Garret, también anduvo por estas tierras robando ganado.

Ese día 25 de Octubre de 1946, se abriría la frontera americana para la importación de ganado bovino, después de ocho meses de haberse cerrado por cuarentena.

Ganado de dos diferentes ranchos se disputaron el derecho ser los primeros en concluir los trámites y “parar” el ganado a mitad del Puente Lerdo – Stanton.

Al final la carrera la ganó Charles Miller un rico ganadero de Wyoming que tenía ranchos en Durango, desde donde había traído el ganado. Sus agentes aduanales fueron la Casa Bailey & Mora de El Paso, T., y la Agencia Manuel F. Mora de Cd. Juárez.

Miller había ganado la “carrera por cruzar el Río Bravo o Grande” a la firma de “Blanco y Bernal” de Cd. Juarez, pero estos últimos también perdieron “la carrera” ante el ganado de José Terrazas, seguramente miembro del clan de “Los Terrazas”, los ganaderos más famosos que haya tenido el Estado de Chihuahua. José Terrazas era dueño de la empresa juarense “Ganados y sus Productos”.

Un último dato, curioso tal vez, es que ese mismo día cruzaron doscientos caballos americanos, de El Paso a Juárez, con rumbo a la “Empacadora de Juárez”, que estaba enlatando carne de caballo destinada a la Administración de las Naciones Unidas para la Ayuda y Rehabilitación de Europa.

Rara fotografía del “Chicago Sun Times” y larga pero interesante “historia de vaqueros juarenses”, arriando reses por el Puente Lerdo.

Fotografías:

Superior: Vaqueros arriando ganado por el Puente Lerdo – Stanton. “Chicago Sun Times”, Chicago, Ill., USA. 1946.

Inferior: El Puente Lerdo – Stanton, 1930, aprox., tarjeta postal, fotografía autor anónimo.

El primer Puente Lerdo – Stanton fue construido en 1882, de madera. En 1930 fue reemplazado por el puente de concreto que se puede observar en ambas fotografías.

Crónica por Jaime Federico Rico Granados.

Fuentes Bibliográficas:

Hyslop, Stephen, G., “The Old West”, National Geographic, Washington, D. C., USA., 2015.

Pérez Martínez, Sofía y Mancera-Valencia, Federico J., coord., “Chihuahua; Ganadería y Cultura Del Septentrión”, Gobierno del Estado de Chihuahua. Chihuahua, Chih., 2013.

Fuentes Hemerográficas:

“El Informador”, Guadalajara, Jal., 1946.
“El Paso Herald Post”, El Paso, Tx., 1946.
“The El Paso Times”, El Paso, Tx., 1946.