Pancho Villa amaba los licuados de fresa y odiaba las bebidas alcohólicas

No todos los revolucionarios gustaban de beber alcohol. Te contaremos el caso de Francisco Villa, quien no se emborrachaba y le gustaban los licuados de fresa.

Francisco Villa fue una de las personalidades históricas que ha representado en su complejidad el estereotipo de charro mexicano. Por lo anterior, en el imaginario colectivo se le suele pensar como borracho, mujeriego y violento. Sin embargo, no hay nada más lejos de eso, debido a que a Doroteo Arango no le gustaba el alcohol, por el contrario, lo odiaba.

Aunque a muchos les sorprende, la bebida favorita del Centauro del Norte era el licuado de fresa y con eso era feliz. Además de no beber, Francisco Villa también era enemigo declarado de los embriagantes. Cuando fue gobernador de Chihuahua mandó a cerrar cincuenta establecimientos que vendía bebidas alcohólicas.

En su lugar construyó el mismo número de escuelas, pues tenía en alta estima la educación, a la cual él no pudo acceder de niño.

El odio al alcohol, una idea entre los caudillos

Para saciar su sed, Pancho Villa solía pasearse por las fuentes de sodas en busca de una malteada de fresa. Todo ello rompe con la idea que se tiene de los caudillos, como guerreros que por las noches se embriagaban y por el día mataban a sus enemigos. Nada de eso, el héroe mexicano gustaba hacer uso pleno de sus facultades mentales.

Francisco Villa y Pascual Orozco en la Élite Confectionary en El Paso, Texas, tomando malteadas de fresa.

Un mito dice que su experiencia con el alcohol era tan nula, que una ocasión que el general Plutarco Elías Calles le invitó un solo trago en la cantina, Villa salió completamente borracho. Sin embargo, puede que la historia no sea genuina, ya que Elías Calles también le declaró la guerra al alcoholismo mediante un decreto de prohibición cuando fue gobernador de Sonora.

En el caso de Calles, su padre había sido alcohólico, lo que detonó en una infancia triste y solitaria. A partir de entonces Plutarco Elías Calles odió profundamente al alcohol y los borrachos.

La idea de que el alcohol era un factor determinante en los problemas sociales era una idea recurrente entre los caudillos de la revolución mexicana. En el contexto internacional, Estados Unidos ya tenía las primeras discusiones para implementar la Ley Seca a fin de reformar moralmente la sociedad.

Por PanchoVillaMx.