Francisco Villa y la ley del 25 de enero de 1862
Benito Juárez decretó la ley, que se conoce como Ley del 25 de enero de 1862, para castigar los delitos cometidos contra la Nación y sus ciudadanos.
Los delitos menores serían castigados con la cárcel desde los 4 hasta los 10 años. Para los delitos de traición a la patria y rebelión aplicaba la pena de muerte.
El 14 de mayo de 1913 en Piedras Negras, Coahuila; Venustiano Carranza puso en vigor la ley del 25 de enero de 1862, para castigar los delitos cometidos contra la Nación, contra el orden, la paz pública y las garantías individuales. Esta ley se decretó para ser aplicada en contra de Victoriano Huerta y sus cómplices.
Francisco Villa recibió órdenes de Carranza para pasar por las armas a todos los prisioneros huertistas y orozquistas amparado por la ley del 25 de enero de 1862.
Villa acataba las órdenes de Carranza y enviaba informes de los prisioneros ejecutados, cuando Villa le comunicó que había indultado y amnistiado a algunos prisioneros por ser artilleros, a los que quería entre sus tropas por carecer de ellos, Carranza le pidió a Villa que no desacatara sus órdenes:
«Vi el Decreto de Amnistía promulgado por usted, por lo cual en mensaje me dirijo a usted sobre la inconveniencia de conceder por ahora amnistía a los comprendidos en la ley del 25 de enero del 62″.
Carranza no perdonaba a ningún prisionero, él prefería verlos fusilados a todos, sin excepción.
Por Jorge Cabrera Vargas