Francisco Villa: El mejor Gobernador de la historia

El día 12 de diciembre de 1913 el General Francisco Villa toma protesta como Gobernador Constitucional del estado de Chihuahua.

Dentro de las medidas que el nuevo Gobernador del estado tomó fue el siguiente decreto; Decreto de confiscación de bienes de los enemigos de la Revolución.

General Francisco Villa, Primer Jefe del Ejército Constitucionalista en el Estado de Chihuahua y, conforme al Plan de Guadalupe, Gobernador Provisional del mismo Estado, de acuerdo con las facultades extraordinarias de que me hallo investido, he tenido a bien decretar lo que sigue:

Teniendo suficientes pruebas relativas a la intervención que diversos capitalistas del Estado han tenido en las últimas dificultades que ha tenido que resolver nuestra patria, causando, por la natural defensa contra las expoliaciones, cuartelazos y traiciones, numerosas víctimas que entre viudas y huérfanos lloran la desaparición de quienes eran el sostén de esos seres inocentes cuya culpa solo ha sido el envidiable patriotismo con que han sostenido la dignidad de la patria y hallándose también entre esos malamente enriquecidos, quienes han defraudado por mil medios al erario público por mas de medio siglo de dominación por el engaño y por la fuerza, creo de justicia que es llegada la hora de que rindan cuentas ante la vindicta pública, formándose a su tiempo los procesos ante quienes deban dilucidarse todas las responsabilidades que han contraído ante el pueblo mexicano. Y como ya en ocasiones anteriores se ha probado plenamente que la posesión de sus intereses solo ha servido para comprar traidores y asesinar mandatarios cuya excesiva bondad sirvió de incentivo a sus maldades, necesario es, para salvar a nuestra nacionalidad, cortar el mal de raíz, teniendo que llevar a cabo, además de otros procedimientos de salud pública conforme se vayan haciendo necesarios, la confiscación de los bienes pertenecientes a los malos mexicanos que han comerciado con la vida humana y que son los inmediatos responsables del derramamiento de nuestra sangre.

Por tales razones, que justifican nuestra actitud ante la dignidad del mundo entero, decreto lo siguiente:

Primero. SON CONFISCABLES Y SE CONFISCAN, en bien de la salud pública y a fin de garantizar las pensiones a viudas y huérfanos causados por la defensa que contra los explotadores de la Administración ha hecho el pueblo mexicano, y para cubrir también las responsabilidades que por sus procedimientos les resulten en los juicios que a su tiempo harán conocer los Juzgados especiales que a título de restitución de bienes mal habidos se establecerán en las regiones convenientes, fijando la cuantía de esas responsabilidades, destinándolos íntegros para esos fines, LOS BIENES MUEBLES E INMUEBLES Y DOCUMENTACIONES DE TODAS CLASES pertenecientes a los individuos Luis Terrazas e hijos, hermanos Creel, hermanos Falomir, José María Sánchez, hermanos Cuilty, hermanos Luján, J. Francisco Molinar y todos los familiares de ellos y demás cómplices que con ellos se hubieren mezclado en los negocios sucios y en las fraudulentas combinaciones que en otro tiempo se llamaron políticas.

Segundo. Una ley reglamentaria que se dictará al triunfo de nuestra causa, determinará lo relativo a la equitativa distribución de esos bienes, pensionando primeramente a las viudas y huérfanos cuyos miembros hayan defendido la causa de la justicia desde 1910; en seguida se tendrán en cuenta los defensores de nuestra causa para el reparto módico de esos terrenos; se cubrirán al erario los fraudes cometidos por los individuos citados por la falta de pago de contribuciones en los muchos años que tal cosa hicieron y se restituirán también a sus legítimos dueños, las propiedades que valiéndose del poder les fueron arrebatadas por dichos individuos, haciéndose así plena justicia a tanta víctima de la usurpación.

Tercero. Todos los bienes confiscados serán administrados por el Banco del Estado, quien llevará cuenta minuciosa, correctamente documentada, de los ingresos y egresos que hubiere por tal motivo.

Dado en el Palacio de Gobierno, a los 12 días del mes de diciembre de 1913. General Francisco Villa, Gobernador Militar del Estado. S. Terrazas, Secretario”.