El caldo de piedra es una receta ancestral que se ha transmitido de generación en generación. Es un platillo de origen prehispánico que sigue preparándose en Oaxaca, únicamente, por los hombres a la orilla del río.

Álvar Núñez Cabeza de Vaca, explorador español a quien se le atribuye el descubrimiento de las Cataratas del Iguazu relata, en el capítulo XXX de su obra Naufragios y comentarios, cómo se preparaba el caldo de piedra:

“… la manera de cocerlas es tan nueva, que por ser tal, yo la quise aquí poner para que se vea y se conozca cuán diversos y extraños son los ingenios e industrias de los hombres humanos.

Ellos no alcanzan ollas, y para cocer lo que ellos quieren comer, hinchan media calabaza grande de agua, y en el fuego echan muchas piedras delas que más fácilmente las pueden encender, y toman el fuego; y cuando ven que están ardiendo tómanlas con unas tenazas de palo, y échanlas en aquella agua que está en la calabaza, hasta que la hacen hervir con el fuego que las piedras llevan; y cuando ven que el agua hierve, echan en ella lo que han de cocer, y en todo este tiempo no hacen sino sacar unas piedras y echar otras ardiendo para que el agua hierva para cocer lo que quieren, y así lo cuecen.”

Actualmente, el llamado caldo de piedra consiste en el cocimiento de camarones, pescados, cebolla, chile, jitomate y cilantro, epazote y agua; ingredientes que son depositados dentro de una jícara en donde se dejan caer piedras al rojo vivo. De esta manera genera un proceso instantáneo de cocción y le da un sabor exquisito.

Las piedras tardan dos horas en calentarse para cocinar, todos los ingredientes se ponen crudos: el camarón, el pescado, el agua es fría totalmente; entonces las piedras lo cocinan en cuestión de tres a cuatro minutos.

Fuente consultada.


-Revista Arqueología Mexicana, Edición especial, 2003.

Por PanchoVillaMx