“Sufragio efectivo. No reelección”

“Sufragio efectivo. No reelección”, fue el lema del Plan de San Luis Potosí con el que Francisco I. Madero llamó a tomar las armas contra la tiranía.

Estos principios políticos surgieron en el discurso de la oposición y se convirtieron en la plataforma política para el restablecimiento de la democracia y la lucha contra el gobierno de Porfirio Díaz y sus continuas reelecciones.

Ya a finales del siglo XIX Emilio Vázquez Gómez había publicado un folleto en donde hizo una crítica a Díaz y su tercera reelección, idea que obtuvo eco en el sentir nacional y se difundió entre la población, que comenzó a realizar manifestaciones contra la reelección.

A inicios del siglo XX los principios de efectividad del sufragio y de no reelección fueron fundamentales en las tesis de políticos y activistas liberales que buscaban el restablecimiento de los derechos políticos; personajes como Antonio Soto y Gama, periódicos como “El Diario del Hogar” y grupos políticos como el Partido Democrático, después llamado Antirreeleccionista, defendieron estos principios, que posteriormente fueron sostenidos por el movimiento armado encabezado por Madero.

Aunque en los inicios de la Revolución mexicana se pugnó por estos principios para alcanzar reformas pertinentes a la ley electoral, los sucesos armados no permitieron hacerlos efectivos; el golpe de estado de Victoriano Huerta impidió que, tras los asesinatos de Madero y Pino Suárez, el presidente fuera electo de manera popular.

El movimiento constitucionalista y su Plan de Guadalupe contemplaron reformas electorales para hacer efectivo el sufragio y más tarde se convocó a un Congreso para conseguir los objetivos del programa revolucionario.

Instalado el Congreso, los diputados debatieron sobre el sufragio efectivo y la no reelección, éste último quedó asentado en el artículo 83 de la Carta Magna de 1917.

Via INEHRM