Antes de que Santa Elena (oficialmente llamada Benito Juárez) fuera un escondite de uno de los capos de la droga más buscados de los años 80, era un pueblo de alrededor de 250 personas que prosperaba de la demanda agrícola que comenzó durante la Segunda Guerra Mundial. 

Familias de diferentes partes de Chihuahua y Coahuila llegaron a Santa Elena a jugar suerte en la desolada frontera donde, hasta el día de hoy, la radio es la principal fuente de comunicación.



El pueblo consta de 2 calles paralelas que corren de norte a sur en dirección al Río Bravo. La plaza del pueblo (plaza) es blanca y no tiene más de 10 bancos a su alrededor. 

Santa Elena, Chihuahua 

La mayoría de los edificios abandonados tienen las puertas y ventanas reforzadas, tapiadas o ya han sido saqueadas pero aún dan imaginación a lo que alguna vez fue un pueblo muy animado. 

Se encuentra al otro lado de Castolon en el Parque Nacional Big Bend.

Se le dio el nombre debido al Cañón de Santa Elena, que se eleva a unas 4 millas río arriba del pueblo. Las puntas de flecha, los morteros y las pinturas encontradas en el sitio indican una ocupación paleoindia (15.000-6.500 a. C.). Se dedicaban a la pesca, la recolección, la caza y la agricultura. Los comanches y los españoles llegaron casi al mismo tiempo. 

Santa Elena, Chihuahua

El gobierno colonial estableció pequeñas fortificaciones, que fueron custodiadas por una guarnición de soldados en San Carlos, San Vicente, Santa Rosa y San Juan Bautista. Los comanches fueron reemplazados más tarde por los apaches mescalero y lipan y la región permaneció prácticamente deshabitada debido a las incursiones hasta 1890.

El increíble terreno montañoso del desierto chihuahuense hacía muy difícil el acceso y la invasión y fue por esa misma razón que Pablo Acosta, alias el Zorro de Ojinaga, se refugió aquí. 

Santa Elena, Chihuahua

La Policía Judicial Federal mexicana tendría que unir fuerzas con el FBI para acceder con éxito a Santa Elena desde el lado estadounidense y atacar a Acosta.

14 años después, los ataques del 11 de septiembre también afectarían drásticamente a Santa Elena cuando el cruce fronterizo no oficial pero supervisado se cerraría definitivamente. Los restaurantes y pequeñas tiendas que atendían a locales y turistas estadounidenses como en Boquillas, tuvieron que cerrar para cerrar sus puertas. 

Cañón de Santa Elena, Chihuahua, divide a México y Estados Unidos. 

Casas y ranchos fueron abandonados, la escuela cerrada y los viejos comienzan a pasar hasta quedar solo un puñado de familias. La gente de Manuel Benavides, Ojinaga y otras ciudades cercanas todavía visitan ocasionalmente, pero la mayor parte de la actividad se ve al otro lado del río en el Parque Nacional Big Bend, donde turistas de todo el mundo vienen a admirar la región.