Por: Fermín Tellez

Unos 11 días estuvo Pancho Villa, El llamado Centauro del Norte en Monterrey, Nuevo León.

Llegó el 13 de marzo de 1915, a la estación de ferrocarril La Unión donde hoy están las Avenidas Cuauhtémoc y Colón.

Francisco Villa estaba en Monterrey porque quería 1 millón de pesos y el dinero se los pidió a los integrantes de la Cámara de Comercio.

Ese día, después de bajar de su Cuartel General Móvil (en la que se suponía traía hasta una imprenta para elaborar billetes), Villa fue recibido por el Gobernador villista Raúl Madero (hermano de Francisco I. Madero), impuesto en enero de ese año, y por el Gral. Felipe Angeles.

El Gran Hotel Ancira, inaugurado el 26 de julio de 1912, recibió al caudillo y a los «Dorados» que venían con él, quienes incluso usaron el traspatio del hotel como caballería.

Ese mismo día, después de recibir a unos 10 integrantes de la mesa directiva de la Cámara, convocó a una segunda reunión para el día siguiente en el Salón Verde del Palacio de Gobierno.

El 14 de marzo, a las 9:00 horas, más de 100 comerciantes se aprestaron en el Palacio y recibieron la «noticia» después de un largo discurso en el que se resaltó la lucha revolucionaria y la necesidad de ayudar a los pobres: Debían juntar el millón de pesos o someterse a un juicio militar en el que serían fusilados.

Ante la imposibilidad de reunir en ese momento tal cantidad de dinero, Villa montó en cólera, pero Madero intervino; calmó los ánimos y pidió al Mayor Jesús Aguilar hacer la colecta.

En ese momento empezó la angustia de los comerciantes regiomontanos; después de varias deliberaciones estimaron que con la aportación de 135 empresas, entre ellas el Banco Nacional de México, el Banco de Londres, la Compañía de Luz y Fuerza, Cervecería Cuauhtémoc y Fundidora, se lograría la aportación.

Pero Villa no pudo cumplir su promesa de fusilar a los comerciantes regiomontanos si no le daban los billetes. Se conformó con llevar los 280 mil pesos que se juntaron hasta el 24 de marzo y se marchó, porque ya andaban tras él las tropas de Alvaro Obregón.

Partió a Celaya, donde a mediados de abril se enfrentó a las tropas de Obregón y fue derrotado; se dice que esa batalla diezmó por mucho su interés de seguir en pie de lucha.

Fuentes: Carlos González, historiador y cronista de San Pedro. Jesús Avila, historiador. «Breve Historia de Nuevo León», de Israel Cavazos Garza. «Pancho Villa en Monterrey», de Gilberto Alvarez Salinas y «Los Gobernantes Villistas en Nuevo León», de Héctor Mario Treviño Villarreal.

Existe una leyenda sobre Pancho Villa en 1915. Trató de robar una empresa en Santa Catarina, aquí les pongo la descripción que hizo el cronista de Santa Catarina Lic. Antonio Guerrero en el periódico El Regio:

Existe una leyenda que habla que Francisco Villa estuvo en Santa Catarina. Durante su estancia en Monterrey en 1915, llegó a asaltar la fábrica de hilados y tejidos de La Fama, que en ese entonces pertenecía a los hermanos Manuel y Florentino Cantú Treviño. Llegó Pancho Villa a La Fama.

Como no se encontraban los dueños, el mayordomo que era un señor de nombre Benigno Ortega le recibió. Villa ve a un niño que jugaba en la calle y le dice: – «Dile al encargado que venga». Va y busca a don Benigno y le dice: – «Ahí lo busca un señor en la puerta». – «¿Quién es? » cuestiona don Benigno a lo que niño responde: » Pues no sé». El señor Benigno sale y vio a 15 personas montadas entre las cuales reconoce a Pancho Villa, quien le dijo: – «Quiero que vayas y busques a tus patrones, porque vengo a robar la fábrica». – «Es que no están». – «Pues, entonces, ábreme las oficinas».

«Es que ellos están en Monterrey». Y, a como pudo, logró que Villa y los villistas se fueran.

Ligas interesantes:


Fuente del texto: Nota en El Norte.com
«Pancho Villa en Monterrey: Un bravo visitante» Por Claudia Guerra (20-Mar-1996).
Nota en El Regio.com sobre leyenda de Villa

Referencia de imágenes:


dibujo de María Irene Kiss
dibujo de María Irene Kiss

Por PanchoVillaMx