Nunca jamás
Antes de morir fusilado, Alberto Carrera Torres escribió una carta de despedida a su madre:
Ciudad Victoria, Tamaulipas.
Estimada mamà.
«Anoche fui condenado por un Consejo de Guerra Extraordinario a sufrir pena de muerte.
Muero y me voy de este mundo con mi conciencia tranquila por que tengo la fe de que soy inocente y que jamás fume, tome alcohol, ni conocì a mujer alguna en este mundo hasta el momento que exhaló el último suspiro, estoy puro».
Alberto Carrera Torres nació el 23 de abril de 1887, en el rancho Atarjeas, Bustamante, Tamaulipas.
Fue maestro y abogado, en 1905 asesoraba gratuitamente a la gente humilde; por prestar esa ayuda fue perseguido, golpeado y acribillado en la pierna izquierda, perdiendo la extremidad a causa de la terrible herida.
Se levantó en armas en 1910. El 4 de marzo de 1913 expidió una Ley Ejecutiva de Reparto de Tierras y tomó las armas contra Victoriano Huerta.
Se amnistío el 25 de diciembre de 1915, a principios de 1916 se entregó a las fuerzas de Pablo González, fue fusilado en el panteón municipal de Ciudad Victoria el 16 de febrero de 1917.
Por Jorge Cabrera Vargas.