No sólo son rarámuri: Mapa muestra los grupos indígenas que había en Chihuahua antes de los españoles
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Nelson Solorio
Chihuahua tiene un territorio realmente grande, que alguna vez albergó a decenas y decenas pueblos con culturas e idiomas diferentes
Recientemente, se volvió popular en Facebook, un mapa que muestra decenas de nombres de pueblos indígenas que habitaron el territorio que hoy conocemos como Chihuahua. En la actualidad, en el estado habitan cuatro grupos étnicos originarios de este mismo territorio, así que algunas personas se pueden sorprender con la cantidad de nombres visibles en el mapa. Sin embargo, en realidad, se queda corto, ya que en el estado de Chihuahua pudieron habitar muchos más pueblos de los que los europeos fueron incapaces de registrar.
En el sencillo mapa, se evidencia que nombres como, conejos, conchos, mansos, sumas o julimes son solo una pequeña parte de las culturas que alguna vez habitaron el estado. Estos nombres, impuestos de manera arbitraria durante la colonización, apenas logran reflejar la riqueza cultural de los pueblos originarios.
Una diversidad cultural inabarcable
El contacto con los antiguos pobladores de Chihuahua, implicó para los misioneros y funcionarios españoles algunos esfuerzos para comprender a los habitantes del Nuevo Mundo, como lo demuestran obras como el “Compendio del arte de la lengua de los tarahumares y guazaparez”, escrito en 1683. Sin embargo, estas iniciativas fueron limitadas y marginales frente a la presión militar, cultural y económica que enfrentaban los indígenas.
Como resultado, la mayoría de esos pueblos desaparecieron sin que quedara ningún registro de su idioma y su cultura. Y sólo cuatro etnias lograron sobrevivir hasta nuestros días en Chihuahua: los rarámuri (tarahumara), los guarijíos, los tepehuanes y los pimas.
Y es que la invasión española trajo consigo un proceso de desplazamiento y desarraigo. Las misiones franciscanas, como las establecidas en la región de los Conchos (“Conchería”), agruparon a diversas poblaciones bajo un solo gentilicio. Este proceso, más que preservar la riqueza cultural, la simplificó, creando nombres genéricos como “conchos” para pueblos con lenguas y costumbres diferentes.
Los Conchos y Mansos
Un ejemplo destacado es el de los Conchos, quienes probablemente se autodenominaban Yoli. Este pueblo seminómada, perteneciente al tronco uto-azteca, habitaba las riberas de ríos y vivía de la caza, la recolección y la pesca. Los conchos, alguna vez, dominaron enormes territorios alrededor de los principales de Chihuahua, siendo un grupo numeroso y basto. Sin embargo, los últimos hablantes del idioma fallecieron a finales del siglo XIX.
Por su parte, los Mansos, conocidos por ser cazadores-recolectores semi-nómadas, vivieron desde el norte del río Bravo hasta lo que hoy es Ciudad Juárez y Las Cruces, Nuevo México. A pesar de la presión cultural y económica, algunos de sus descendientes permanecen en la región hasta la actualidad.
El impacto de la colonización
El esfuerzo colonizador, tanto militar como cultural, tuvo un impacto devastador en la diversidad étnica de Chihuahua. Los desplazamientos forzados llevaron a que comunidades de otras regiones, como Sonora, fueran llevadas a trabajar en las minas de Parral. Además, los nombres impuestos por los españoles no reflejan la identidad original de los grupos indígenas, sino una visión eurocéntrica que simplificó inmensa riqueza cultural de la región.
Con el paso de los siglos, casi todos los antiguos habitantes de Chihuahua desaparecieron. Incluso tras la independencia de México, las políticas de despojo económico y cultural continuaron, mermando aún más la identidad de estos pueblos. Hoy, la historia de estas antiguas etnias nos recuerda la importancia de preservar y reconocer la diversidad cultural que alguna vez floreció en este vasto territorio.
Por PanchoVillaMx
