“Precisiones necesarias” una absurda defensa al Porfiriato de Enrique Krauze

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El 23 de enero de 2022 Enrique Krauze publico el siguiente articulo en el Diario Reforma;

“En diversas ocasiones el presidente ha sostenido que en mis trabajos históricos olvidé la matanza de “15 mil” yaquis cometida por el gobierno de Porfirio Díaz. En “La mañanera” del 19 de enero afirmó que, según yo, “Díaz Ordaz asesinó a más gente que Porfirio Díaz”. Se trata de dos equívocos que provienen de su lectura de este párrafo mío:

Por lo que hace a su saldo de sangre, Porfirio Díaz no fue, ni remotamente, el mayor asesino de nuestra historia. Los crímenes que refieren J. K. Turner y otros críticos […] son ciertos y deplorables, pero la medalla de oro en esa práctica no la tiene Porfirio Díaz sino el otro Díaz de nuestra historia reciente (Ordaz), varios caudillos de la Revolución y los presidentes sonorenses.

No hay tal olvido. En mis libros hay amplias referencias a la guerra de los yaquis. Es él quien ha olvidado corregir su error al citar la cifra de muertos. Se lo señalé públicamente, en su momento: la cifra correcta es mil 500.1

Pero más allá de esa precisión, el propósito de mi párrafo era comparar los crímenes del porfiriato con los de los tiempos posteriores. ¿Cuántos mexicanos murieron en la Revolución por efecto de la violencia? Nadie lo sabe, pero la diferencia entre los censos de 1910 y 1921 fue de 825 mil 589. Descontando la emigración a Estados Unidos y la gente que murió por hambre y enfermedades (tifo, influenza española), la cifra de muertes violentas puede aproximarse a los 250 mil. ¿Cuántos chinos fueron masacrados el 15 de mayo de 1911 en Torreón? Oficialmente 303. ¿Cuántos murieron en la rebelión delahuertista de 1924? Siete mil. ¿Cuántos en la Cristiada (movimiento iniciado por Calles)? Entre 25 mil y 30 mil cristeros y 50 mil federales. ¿Cuántos vasconcelistas fueron ejecutados en Topilejo? Quizá un centenar. ¿Cuántos estudiantes murieron en Tlatelolco? Quizá 300.

Si Díaz fue implacable con los yaquis, no lo fueron menos los gobiernos revolucionarios de Obregón y Calles. Entre octubre de 1926 y abril de 1927, convencido de que se abría “una brillante oportunidad para acabar con una vergüenza para Sonora” (frase de Obregón), el gobierno de Calles envió 15 mil hombres a arrasar a los yaquis, a quienes bombardeó (usando gases) con aviones de la Fuerza Aérea Mexicana.

Y si Díaz fue implacable con los indígenas sublevados, Benito Juárez –al que López Obrador y muchos mexicanos admiramos– no lo fue menos. En 1868, Juárez reprimió a los indios mayos de Sonora (lo apoyó el legendario jefe yaqui Cajeme). Años más tarde, el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada encomendó al general Ignacio Pesqueira la represión de mayos y yaquis, ya unidos y comandados por el propio Cajeme (que había vuelto a sus raíces). Y frente a la rebelión maya en Chiapas, Juárez actuó con igual dureza: en 1869, cerca de 800 indígenas tzeltales y tzotziles y 200 blancos y mestizos murieron en una guerra de tintes raciales y religiosos.2

Los datos no mienten, los gobiernos sí. Porfirio Díaz hizo correr sangre. Pero no tanta como muchos caudillos y gobernantes que pertenecen al Panteón Nacional.

1 La fuente de su equívoco está en un pasaje de la Historia moderna de México, tomo IV, en el que su autor, el gran historiador Moisés González Navarro, transcribió unas declaraciones del gobernador porfirista Luis E. Torres al periodista Elisha Hollingsworth Talbot agregando inadvertidamente un cero. Cuando este le reclamó los “miles de soldados y decenas de miles de yaquis que han muerto en combate”, Torres lo refutó: “No más de 1,500 yaquis y 200 soldados han muerto en las varias batallas que han ocurrido…” (“The truth about Mexico”, Moody’s Magazine, enero de 1910, p. 23. Se puede consultar en línea aquí.)”.

Necesarias precisiones.

Respuesta a Enrique Krause al artículo “Precisiones Necesarias”del 23 de enero de 2022 en el Diario Reforma: “Los datos no mienten, los gobiernos sí. Porfirio Díaz hizo correr sangre. Pero no tanta como muchos caudillos y gobernantes que pertenecen al Panteón Nacional”. Enrique Krauze

A Enrique Krauze, se le olvida que durante el régimen dictatorial de Porfirio Díaz no solo fueron asesinados Indios Yaquis como la matanza de mil 500 de ellos en el estado de Sonora que el refiere en su artículo del 22 de enero, sino que además los aliados del régimen porfirista en el norte de México, el Gobernador Luis Terrazas y su primo hermano Joaquín Terrazas, llevaron a cabo una Guerra prácticamente de exterminio en contra de los Indios Apaches en el norte de Mexico en particular en la frontera de los estados de Sonora y Chihuahua.

Antecedente; el porfirista Luis Terrazas.


En 1853 el nombre de Luis Terrazas aparece en una lista de voluntarios para el pago de cabelleras de indios. En 1863, ya como Gobernador escribe a un amigo una carta sobre los apaches: “Estoy persuadido de que ese enemigo de toda civilización y sanguinario más bien por carácter que por ignorancia, solo cederá a la fuerza material”, decía el terrateniente más famoso que ha tenido el norte de México.

En el verano de 1880, Terrazas ordena una campaña en contra de los apaches comandada por su primo, el coronel Joaquín Terrazas, a quien llaman todos el “Azote de los Apaches”. Es el campañista encargado de la aniquilación de Jerónimo, Ju y, sobre todo, Victorio.

Para combatirlo, Terrazas prometió a su primo, el coronel, todo el apoyo del gobierno de Chihuahua. “El gobierno les pagará 4 reales a los infantes y 6 más a los que se presenten a caballo”, le comunicó, “y les pagará los premios por cabelleras de indios guerreros, las piezas vivas de mujeres y muchachos según la ley, y 2 mil pesos por Victorio”.

El Coronel Joaquín Terrazas según el historiador Daniel Cosío Villegas venció poco después al jefe Victorio a quien mató de un balazo mientras cabalgaba al frente de sus hombres en la batalla de tres castillos fue el 15 de octubre de 1880 murieron 62 guerreros y 16 mujeres y niños, los sobrevivientes fueron reducidos a trabajar como esclavos entre los hacendados de Chihuahua.

Las Contratas de Sangre: el reflejo de la violencia extrema vs los Indios Apaches.


Las Contratas de sangre fueron Contratos del Gobierno de Sonora y Chihuahua para exterminar a los Indios Apaches, las cabelleras tenían un precio, que era originalmente de 100 pesos y posteriormente se incrementó su valor. Además había una recompensa por mujeres Apache en 50 pesos y niños en 14 pesos.

Una mula por ejemplo costaba 25 pesos. Para cobrar el dinero el Gobierno requería presentar ya sea las orejas o la cabellera, en Sonora se le dio igualmente trámite a las Contratas de Sangre en donde para cobrar pedían la cabeza y no la cabellera originalmente.

Las cabezas o cabelleras se exhibieron por mucho tiempo en la Catedral de Chihuahua, hubo varias contratas de sangre desde 1849 implementadas por el General Angel Trías y el Congreso estatal que duraron más de 40 años. Surgieron Caza recompensas como James Kirker, un irlandés que llegó a cobrar 38 Indios de distintas tribus.

Algunos otros Caza-recompensas famosos fueron John Johnson, El “Come Hígados”, quién llegó a asesinar a más de 300 Indios Crow y que fue famoso por asesinar a sus víctimas y de inmediato comerse su hígado y finalmente el primo del Terrateniente Luis Terrazas, Joaquin Terrazas el llamado “Azote de los Indios“. Kirker junto con cazadores de Chihuahua fue responsable de la masacre de 130 Apaches pacíficos en lo que hoy es el municipio de Galeana Chihuahua incluyendo mujeres y niños.

El regimen porfirista continuo con la guerra contra los Apaches.


Desde el 29 de julio de 1882 se firmó un Convenio entre México y los Estados Unidos para combatir las invasiones apaches en ambos territorios, México y EE.UU. el cual Porfirio Díaz continuó.

El ministro mexicano Matías Romero y el secretario norteamericano Frederick T. Frelinghuysen firmaron, el convenio para el paso recíproco entre ambas fronteras de tropas en persecución de indios bárbaros y bandidos. Este convenio se renovó anualmente, hasta finales del siglo XIX.

Dictadura represiva


Además de la matanza de los indios yaquis hubo muchas otras represiones en contra de campesinos, obreros e insurrectos durante el régimen dictatorial de Díaz:

Tomochi, Chihuahua. 20 de octubre de 1892. Los primeros insurrectos al gobierno de Porfirio Díaz se alzaron en Tomóchi, Distrito Guerrero, en el estado de Chihuahua. El Gobierno Federal envió 1,500 soldados para someter a los cien campesinos que protestaban, liderados por el señor Cruz Chávez. Al final, quedaron vivos Cruz Chávez y otros compañeros. Sin un juicio previo, fueron fusilados.

Mujeres, niños y ancianos se refugiaron en la pequeña iglesia del poblado, que fue incendiada por los soldados; aquellos que lograron escapar de las llamas fueron acribillados por las balas en el atrio y los que se quedaron adentro murieron calcinados vivos.

Rio Blanco, Veracruz. Se inicia con una huelga en la fábrica de tejidos de Río Blanco, en Veracruz, México, el 7 de enero de 1907, que se extendió a las fábricas aledañas de Nogales y Santa Rosa.

El 7 de enero dos mil operarios agrupados en el Círculo de Obreros Libres se amotinaron frente a la fábrica, intentaron quemarla pero la policía montada lo impidió, saquearon y quemaron la tienda de raya propiedad de Víctor Garcín.

Soldados del 13º Batallón dispararon contra la multitud que huyó a Nogales y a Santa Rosa. De regreso a Río Blanco los amotinados fueron interceptados por más fuerzas federales que dispararon contra hombres, mujeres y niños.


Se estima que entre 400 y 800 obreros fueron asesinados, durante dos noches algunos testigos vieron plataformas de ferrocarril con docenas de cuerpos amontonados que de los 7.083 operarios de esa zona, la diferencia es de 1.571 de los cuales unos habían sido muertos, heridos o desplazados

Mazocoba, Sonora. 18 de enero de 1900 en las inmediaciones de la localidad de Mazocoba en el estado de Sonora, México.

Los soldados federales dieron muerte a 397 hombres, mujeres y algunos niños, “muchosyaquis se habían suicidado saltando sobre los acantilados con el fin de no ser capturados. Alrededor de 1000 hombres, mujeres y niños fueron hechos prisioneros.

Cananea, Sonora.

En 1906 en cananea habia 22 mil habitantes de los cuales 7560 trabajaban en las Cananea Consolidate Copper Company. De este total 5360 eran mexicanos y 2200 extranjeros. Los mexicanos ganaban 3 pesos y los extranjeros 7 dolares.

Huelga Cananea, Sonora.

El 1° de junio de 1906, los mineros decidieron llamar a huelga. En protesta por estos actos, Greene acudió al cónsul estadounidense, quien pidió apoyo al gobierno del vecino estado de Arizona, en respuesta a su petición se envió un grupo de Rangers para controlar la situación.

El saldo que arrojaron las dos jornadas de lucha fue de 23 muertos y 22 heridos, más de 50 personas detenidas y cientos que huyeron por temor.

Precisiones necesarias.


La violencia que se generó durante la revolución mexicana fue consecuencia del régimen de Porfirio Díaz. El régimen es el origen y la revolución la consecuencia.

La verdadera revolución y la violencia inicia en 1913 a partir del Golpe de Estado promovido por los EE.UU. en México a través de su embajador Henry Lane Wilson en colaboración con el regimen porfirista con personajes como Bernardo Reyes y Felix Díaz para imponer a otro porfirista Victoriano Huerta y derrocar al primer presidente democráticamente electo, Francisco I. Madero y al Vice Presidente José María Pino Suárez, ambos asesinados.

Fuentes:


William Griffen Apaches en Guerra y Paz. James Kirker El Rey de Nuevo México. Archivos Históricos del Estado de Chihuahua.
Crónica de un país Bárbaro. Fernando Jordan.
Das-Luca, Skro-Kit, Shus-El-Day: White Mountain Apaches. Ca. 1900. Library of Congress. USA.


González, M. (1956). La huelga de cananea. México: Fondo de Cultura Económica.
Gil Olivo, Ramón. “El Partido Liberal Mexicano y la huelga de Río Blanco”, Historia Obrera, vol. 2, núm. 6, septiembre de 1975, p. 15

Por PanchoVillaMx