Hay algo que siempre ha caracterizado a las mujeres a través de la historia, y es que siempre han sido muy trabajadoras y de espíritu inquebrantable.


Corría el tiempo en que tenían que preparar el nixtamal un día antes y al otro día, se tenían que levantar muy temprano para moler el nixtamal.

Lo anterior lo realizaban hincadas sobre un pequeño petate, tenían que moler con el metate y el metlapitl, mientras tanto, atizaban el tlecuitl (fogón) con leña para calentar el comal.


Las tortillas las hacian a mano y las cocían despues sobre el comal de barro, continuaban así hasta terminar con la masa. Una vez hechas, las envolvían en una servilleta y las guardaban dentro de un chiquihuite para mantenerlas calientes.


Después, cargaban el chiquihuite a la espalda apoyadas con el rebozo o con un ayate y se dirigían a venderlas en algun lugar, cerca de un puesto de comidas.


Fotografía de Paul Strand: mujer con chiquihuite, Pátzcuaro Michoacán hacia el año de 1933.

Por PanchoVillaMx