Fue nada menos durante el mandato del primer emperador de México Agustín de Iturbide que el país obtuvo su mayor extensión territorial, en su historia ganando varias anexiones voluntarias de otras provincias.

Estas provincias no dependían militarmente del virreinato de Nueva España (aunque sí políticamente) como Guatemala y Centroamérica las cuales pidieron su adhesión al nuevo Imperio mexicano de Iturbide.

Por el norte, Nuevo México, La Alta California, Texas, Arizona y Nuevo León lograron su independencia y como dependencias políticas del defunto Virreinato de la Nueva España se unieron al recién nacido Imperio.

En la imagen se observa el Mapa del gran y extenso territorio que heredó el emperador Agustin de Iturbide en el año de 1822.

Yucatán y Chiapas también se declararon independientes y luego solicitaron su anexión. Para finales de 1822, la Bandera de las tres garantías ondeaba ya desde Costa Rica en el sur, hasta el enorme territorio que comprende una línea imaginaria entre la Alta California hasta el río Mississippi.

Por PanchoVillaMx