Me retiré con orden y sin pérdidas de trenes: Pancho Villa

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9 de abril de 1915. En su libro Francisco Villa y la revolución, el general Federico Cervantes recuperó las declaraciones que Villa hizo a la prensa estadounidense días después de la primera batalla de Celaya, donde señaló las razones de su derrota:
“Habiéndome faltado municiones que esperaba recibir en el momento crítico de la batalla, el ataque que emprendí ayer contra las posiciones enemigas de Celaya, fue infructuoso.
El enemigo logró conservar sus posiciones con gran dificultad, y la victoria parecía nuestra cuando mis municiones se agotaron. Al darse cuenta de esto Obregón, hizo una salida con todas sus fuerzas y atacó mi centro, que casi consiguió romper.
“Sin embargo, al ver que mis tropas serían obligadas a retirarse, dí orden de que lo hicieran y la retirada se efectuó sin la pérdida de ninguno de mis trenes o impedimenta de guerra. Mis fuerzas fueron traídas a las posiciones que ocupaban antes de que se iniciara el ataque a Celaya y estas posiciones ocupan actualmente.
“Estoy reorganizando mis brigadas y abasteciendo de cartuchos las carrilleras de mis soldados. Mis tropas están con buen ánimo y confían en obtener un triunfo completo cuando reemprendamos nuestro movimiento. Grandes cantidades de municiones están en camino para aquí; cuando lleguen, Obregón aprenderá que mis soldados son de los que no se abaten por una retirada temporal. Francisco Villa”.
El general Federico Cervantes apuntó enseguida: “El general Villa, después de esta derrota, no se dio por vencido y usando de una precipitación, aconsejada indudablemente por su amor propio lastimado, procuró reconcentrar los más elementos en Irapuato, en vez de retirarse para realizar una verdadera reorganización y concentración de elementos; y, sobre todo, para procurarse suficiente dotación de parque, que era el principal argumento con que Obregón lo había vencido.
“Por su parte, el general Obregón era aconsejado por Carranza en el sentido de replegarse para retardar el próximo encuentro, mientras recibía un refuerzo de 6 mil soldados, así como municiones y para dar tiempo, entre tanto, a que las columnas de los generales Diéguez y Murguía se aproximasen a Irapuato.
“Obregón no pensó retirarse de Celaya, que con sus zanjas tenían trincheras tan apreciables para su táctica de batalla y urgiendo el envío de parque, se preparó febrilmente a ampliar la zona de sus atrincheramientos, esperando la indudable nueva acometida que realizaría el general Villa.”
Por su parte, el historiador Friedrich Katz señaló otras razones de la derrota en su libro biográfico Pancho Villa:
“La primera batalla de Celaya fue la primera gran derrota de Villa. Él mismo y muchos de sus jefes la atribuyeron únicamente a la falta de parque. Un observador enviado por Roque González Garza juzgó el hecho de manera más realista. Además de la falta de municiones, atribuyó la derrota a que Villa se había negado a guardar tropas de reserva y a la deserción, durante la batalla, de uno de los jefes villistas, un hombre llamado Colín, que en el momento más candente del combate se dio vuelta en redondo e hizo que sus tropas dispararan contra sus propios aliados.”
El villismo había sufrido una derrota de importancia, pero de ningún modo estaba vencido. El general Villa logró conservar casi todo su ejército y armas, la moral de sus tropas aún era alta, como lo demostraron en los combates posteriores, y contaba con fuertes contingentes dispersos que fortalecerían a la División del Norte en los días venideros.

Via INEHRM
Por PanchoVillaMx