Los Grandes también lloran
Martes 8 de Diciembre 1914, 10 a.m, homenaje póstumo a Francisco I. Madero.
En el panteón francés se celebró el segundo homenaje, una manifestación de duelo ante la tumba. Villa llegó cubierto con salacot y saludó de mano a todo el mundo en la puerta del cementerio; luego se quitó el sombrero.
Salvador Toscano lo filmaba y Villa no sabía que hacer con las manos. Había aprendido a quedarse quieto mientras le toman fotos, pero no sabía posar para una cámara de cine.
Durante la estancia del General Francisco Villa en la Ciudad de México éste aprovechó para visitar la tumba del Apostol de la Democracia Francisco I. Madero asesinado por Victoriano Huerta a través de un golpe de Estado promovido por el Gobierno norteamericano.
Madero junto con Abraham González fue inspiración para que Villa ingresara a las filas de la Revolución Mexicana. Villa dijo de Madero alguna vez: «A Madero lo vi chico en cuerpo pero grande en alma».
Villa habló: «Aquí en este lugar juro que pelearé hasta lo último por esos ideales, que mi espada ha pertenecido, pertenece y pertenecerá al pueblo. Me faltan palabras». Y se soltó llorando con grandes lagrimones.
Fuente: Pancho Villa una biografía narrativa, Paco Ignacio Taibo II.
Por PanchoVillaMx