Leyenda de la Casa de los Azulejos

Este edificio del siglo XVI es uno de los más emblemáticos del Centro Histórico de la Ciudad de México.

Se dice que era la propiedad de los condes del Valle de Orizaba, Luis de Vivero y Graciana Suárez de Peredo.

Cuenta la leyenda que uno de los miembros de la dinastía, quien se distinguía por su falta de juicio, por ser un «calavera redomado«, recibió la sentencia de su enfurecido padre: “Hijo, tú nunca harás casa de azulejos”.

El orgullo del joven aristócrata se vio golpeado al oír la cantaleta.

Por ello, puso manos a la obra y empeñó su esfuerzo de tal manera que tapizó toda la fachada de azulejos de origen poblano, de tal suerte que 300 años después aún se pueden apreciar los frutos de un árbol que compuso su camino.

A pesar de que no hay una fuente que confirme esta versión, su popularidad la ha hecho sobrevivir durante siglos mediante la tradición oral.

Por PanchoVillaMx