La música durante la Revolución Mexicana

Fue en el lapso 1910-1930 que se formaron un sin número de géneros musicales en el país. Se le conoce el corrido por su carácter épico-lírico-descriptivo; el sentimentalismo fue representado por la danza y el vals, y en el genero bailable, la polka.

Todavía no aprecía la “canción ranchera” como la conocemos y en este aspecto, se publicaban muchas “canciones campiranas”, como “El abandonado” o “Las cuatro milpas”.

Durante la Revolución Mexicana, algunas canciones fueron escuchadas por la tropa o en las ciudades, y una vez que pasó ese momento histórico dichas canciones permanecieron como memoria de ese episodio.

Sin embargo varias fueron las melodías populares de la revolución mexicana, algunas no sobrevivieron en la memoria. Varias continúan vigentes y de las que se escucharon destacan: La Marcha de Zacatecas, La Cucaracha y La Adelita.

“La Cucaracha” fue una de las melodías más reconocidas en México y en el mundo. Obtuvo popularidad durante el gobierno del usurpador Victoriano Huerta, en los ejércitos villistas y constitucionalistas la cantaban debido a que se dice que el dictador degustaba de fumar marihuana. Esta canción tiene su origen en la España de la reconquista.

“La Marcha de Zacatecas” compuesta en 1892 por Genaro Godina, luego que él y el también compositor Fernando Villalpando entablaron una competencia para componerle una marcha marcial al gobernador de Zacatecas. Godina triunfó, y Villalpando, para demostrar que no hubo rencor alguno fue encargado de la instrumentalización. Es denominado como el segundo himno nacional y se rumora que el emperador Negus de Etiopía le solicitó al General Lázaro Cárdenas hacer de esta canción el himno de su reino, petición que el presidente no estuvo de acuerdo.

“La Adelita” canción popular que Antonio del Río Armenta, capitán de la División del Norte, le compuso a la enfermera Adela Pérez Velarde. El corrido se volvió popular de manera instantánea y de la mano del ejército villista se dio a conocer en todo el país.