La Doctrina Monroe y la intervención de EE.UU en México
En un mensaje al Congreso en diciembre de 1823, Monroe afirmó que los Estados Unidos no tolerarían la intervención europea en el hemisferio occidental. Esto se conoció como la Doctrina Monroe. La Doctrina Monroe es el gran legado de James Monroe. Aún forma parte de la política exterior de los EE.UU.
La doctrina fue concebida por sus autores, en especial John Quincy Adams, como una proclamación por parte de Estados Unidos de su oposición al colonialismo en respuesta a la amenaza que suponía la restauración monárquica en Europa y la Santa Alianza tras las guerras napoleónicas.
Desde entonces Estados Unidos inició invasiones, intervenciones militares, económicas y políticas en América Latina principalmente en México.
En este estudio, la postura de México ante la doctrina Monroe adquiere relieve por la posición geopolítica de este país respecto de Estados Unidos, pues la vecindad hizo que México fuera uno de los primeros lugares donde Estados Unidos cabildeó a fin de que éste aceptara y promoviera la doctrina.
Este anuncio tuvo un efecto doble entre los intelectuales y políticos latinoamericanos, ya que por un lado agradecían el apoyo estadounidense en su lucha contra las potencias europeas de la Santa Alianza; pero por el otro temían desde temprano la injerencia que dicha resolución le otorgaba a los Estados Unidos en sus nacientes repúblicas.
Luego, de 1845 a 1850, la ocupación de la República Dominicana por España entre 1861 y 1865, la intervención francesa en México, la ocupación británica de la Guyana en Venezuela, etc. No puede decirse que haya sido mucho más que una bravata.
Sin embargo, a largo plazo la doctrina sí que tendría consecuencias, a medida que era empleada para justificar las numerosas intervenciones del gobierno de los EE.UU en América Latina, lo cual duraría hasta prácticamente finales del siglo XX. La idea de que América Latina es el “patio trasero” de los Estados Unidos se fundamenta en gran medida en la doctrina Monroe.
El criterio final tenía más que ver con las potencias europeas enemigas de los EE.UU que realmente con algún tipo de alianza americana por la independencia. “América para los americanos”, según sus detractores, debería ser interpretada como “América para los estadounidenses”
Ya que bajo esta doctrina México padeció del primer Golpe de Estado en América Latina, contra el primer Presidente democráticamente electo que fue Francisco I. Madero, el primer Presidente revolucionario. Lo anterior promovido desde la embajada de los Estados Unidos en México encabezada por Henry Lane Wilson.
Por PanchoVillaMx