Jorge Cabrera Vargas

La nao Santa Maria de Barca capitaneada por Juan de Valdivia naufragó en las costas de Yucatán en agosto de 1511, se dirigía a la isla Española proveniente de Panamá.


Los náufragos que pudieron llegar a la costa fueron muertos por los Mayas, unos 18 hombres, excepto Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, dejándolos vivir para ser ocupados como esclavos.


Jerónimo de Aguilar, siendo fraile había jurado voto de castidad, por lo que rehuía a las mujeres, al percatarse de la situación el jefe Maya lo torturaba enviando doncellas desnudas por las noches a su choza.


En febrero de 1519 Hernán Cortés arribó en la tercera exploración a las costas de Yucatán. Han pasado casi ocho años del naufragio de Valdivia, cuando Jerónimo de Aguilar se entera que naves españolas han llegado a la costa sale a su encuentro para ser rescatado.

El dominio que tiene Aguilar para hablar maya le serán muy útiles a Cortes en los próximos meses. Gonzalo Guerrero ha formado una familia con una mujer Maya y decide quedarse a defender a su nuevo pueblo.


La expedición continúa su viaje rumbo a Veracruz, en Tabasco el cacique local le regala a Cortes veinte mujeres, entre ellas a Malintzin, mujer muy inteligente que sabía hablar náhuatl y maya. De este modo el dialecto náhuatl ya no fue un impedimento a Cortes para poder comunicarse con los naturales del lugar.


Malintzin le hablaba en maya a Aguilar lo que le comunicaban en náhuatl y Aguilar se lo traducía a Cortes en español.


Cuando Malintzin aprendió español ya no fueron necesarios los servicios de Aguilar. Cortes lo premió con una encomienda, se dice que Jerónimo de Aguilar si llego a tener una hija, llamada Luisa, con una tlaxcalteca antes de morir en 1531.

Por PanchoVillaMx