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Obregón, decidido a avanzar con urgencia hacia Aguascalientes

Tras la derrota en la batalla de Trinidad, las tropas del general Francisco Villa se reagruparon en la ciudad de Aguascalientes con el objetivo de reorganizarse y defender la plaza. Mientras tanto, las fuerzas del general Álvaro Obregón continuaron su avance, ocupando poblados en el norte de Guanajuato y partes del estado de Jalisco, lo que provocó que la retaguardia villista abandonara sus posiciones y se replegara hacia San Luis Potosí.

El general Obregón documentó estos movimientos en sus memorias, “Ocho mil kilómetros en campaña”, texto que algunos historiadores consideran una versión parcial, elaborada conforme a los preceptos de la corriente triunfadora de la Revolución.

“El general Diéguez había llegado a Irapuato con las fuerzas procedentes de Guadalajara, y el día 22 le ordené que, en lugar de dirigirse a Celaya, continuara su avance hacia León, movimiento que realizó ese mismo día.

Nuestros agentes confidenciales me informaban constantemente sobre los trabajos defensivos que el enemigo realizaba en Aguascalientes, lo cual indicaba que planeaban una defensa férrea de la ciudad. Esto me llevó a considerar indispensable un avance inmediato, antes de que obtuvieran mayores ventajas. Sin embargo, la escasez de parque (municiones) nos impedía actuar con la celeridad deseada, ya que los cartuchos recuperados en los combates de Trinidad y León no eran suficientes para abastecer debidamente a nuestros soldados.

Por ello, seguía con especial atención el trayecto del convoy proveniente de Veracruz, el cual transportaba pertrechos y debía ser recibido en Pachuca por el general Abundio Gómez. Le ordené que, una vez recibida la carga, la trasladara lo más rápido posible a Encarnación y que me informara telegráficamente desde cada estación del trayecto, para poder brindarle protección en caso de ataque, ya que el enemigo, al tanto del movimiento del convoy, seguramente estaba al acecho con intenciones de interceptarlo.”

Mientras tanto, la División del Norte lanzó un ataque sorpresivo contra las fuerzas obregonistas en Lagos de Moreno, Jalisco, resultando en fuertes pérdidas humanas y materiales para ambos bandos. Pese a los esfuerzos valientes y desesperados de los villistas, no lograron impedir que el 10 de julio de 1915, las tropas de Álvaro Obregón ocuparan Aguascalientes, lo que forzó a los remanentes de la División del Norte a retirarse hacia el estado de Chihuahua.

Por PanchoVillaMx

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