En quién se inspiró Pancho Villa para ingresar a la revolución mexicana
El padre de la democracia, Presidente de México en 1910, convocó a la revolución a través del Plan de San Luis.
Villa se inspiró en el Plan de San Luis promulgado por Francisco I. Madero.
El día en que se conocen Madero se sorprende de Villa y al saludarlo le dice «…¡Villa, que muchacho eres!, ¡y yo que te creía un viejo!» (Guzmán, 1954). El Centauro del Norte fue el único de los caudillos que le lloró al señor Madero en su muerte y dos años después declara el día 22 de febrero Luto Nacional.
Durante la visita de la División del Norte a la Ciudad de México en diciembre de 1914 Villa colocó una placa con el nombre de Francisco I. Madero a la que actualmente es la avenida Madero. Villa alguna vez dijo de Madero «Lo vi chico en cuerpo pero grande en alma«.
Gobernador de Chihuahua, Presidente del Partido Nacional Antireeleccionista, amigo de confianza de Madero.
Villa hizo amistad con Abraham González al ingresar al club anti reeleccionista que postuló a Madero para Presidente de México en 1910.
De Abraham González alguna vez Villa dijo: «Con Don Abraham González vine a comprender por primera vez que todas las amarguras, todos los odios, todas las rebeldías acumuladas en mi alma, en tanto año de sufrir y luchar, me habían dado una convicción, una fortaleza, una energía y una voluntad tan claras, que debería yo ofrecérselas a mi patria, para liberarla de tantas víboras que le devoraban impetuosamente las entrañas«.
Heraclio Bernal fue un bandolero y salteador de caminos del estado de Sinaloa en quien Pancho Villa se inspiraría al inicio de la Revolución Mexicana.
Se alzó en armas contra Porfirio Díaz desde la década de 1880 junto con el general García de la Cadena, quién intentaba ser Presidente de la República enarbolando la bandera de la «no reelección».
De 1894 a 1898 el joven Doroteo Arango ingresa como bandolero a la Gavilla de Ignacio «El tigre» Parra quien conocía desde Durango a Heraclio Bernal.
En las memorias de Pancho Villa que escribe Martín Luis Guzmán, se relata que el futuro Francisco Villa conoció el mar y algunos pueblos del estado de Sinaloa bajo el mando del bandolero Ignacio Parra, lo que demuestra que Bernal y Parra, quienes se conocían de Durango, esporádicamente transitaron por pueblos de Sinaloa. Fue también en este tiempo cuando Doroteo Arango cambia su nombre por el de Francisco Villa.
Francisco Villa no conoció a Heraclio Bernal, pero Ignacio Parra sí, motivo por el cual se puede pensar en que sin la influencia del «tigre» Parra sobre Doroteo Arango, quizá el curso de la Revolución Mexicana hubiera sido diferente.
Tomado de Memorias de Pancho Villa de Martín Luis Guzmán y Vida y Tiempos de Pancho Villa de Friedrich Katz.
Por Niko y PanchoVillaMx