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Por Jorge Cabrera Vargas

José de León Toral, asesino material del reelecto presidente Álvaro Obregón, fue condenado al paredón de fusilamiento, cumplió su sentencia el 9 de febrero de 1929.

El 17 de julio de 1928 disparó la pistola star que le proporcionó su amigo Manuel Trejo Morales. El arma llegó a México en un lote comprado por Celestino Gasca, amigo muy cercano a Luis Napoleón Morones, líder de la CROM y aliado de Plutarco Elías Calles. Morones se encontraba entre uno de los principales opositores a la reelección de Obregón.


Álvaro Obregón recibió 16 tiros de 6 calibres diferentes, la tarde del martes 17 de julio de 1928. José de León Toral asistió al restaurante La Bombilla donde se realizó una comida en honor al presidente reelecto. Toral se aproximo a Obregón con el pretexto de mostrarle un dibujo realizado en ese momento por él.


Cuando se encontraba a sus espaldas saco el arma disparando a bocajarro en varias oportunidades, algunos comensales desenfundaron sus armas disparando sobre Obregón, al instante cayó inerte sobre la mesa y de ahí al suelo, sin que nadie pudiera ayudarlo.


Toral fue fusilado el 9 de febrero de 1929, su cuerpo fue abatido por los tiros de ocho militares, le dieron el tiro de gracia, a pesar de que ya había muerto.


El sacerdote Luis Soto aplicó los santos óleos al cuerpo de Toral sin importarle mancharse las manos ni la ropa de sangre, al tratar de salir de la prisión fue detenido y obligado a lavar sus manos y ropa para impedir que los fanáticos religiosos usarán la sangre como reliquia.


El cuerpo de Toral fue llevado a la enfermería donde le extrajeron la sangre con una jeringa, completamente seco se lo entregaron al doctor Pascual Toral Moreno, primo del fusilado.

En ambulancia se dirigieron a la casa de sus padres para ser velado, en medio de un tumulto que dejó 68 detenidos es introducido a la casa, en un cuarto hasta el fondo.

Los doctores Pascual Toral y Aristeo Dominguez suturaron el cuerpo de sus heridas, no sin antes extraer el corazón, atado a unas cintas, con una cartulina detrás donde alguien escribió: Corazón de José de León Toral.

La foto fue tomada por el fotógrafo de prensa Manuel Ramos, quien era católico y estaba de acuerdo con el movimiento cristero ( la foto de Villa y Zapata en la silla presidencial es de su autoría).


No se sabe a dónde fue a parar el corazón de José de León Toral. Seguramente permanece oculto en algun templo dónde es venerado como reliquia religiosa.