Descubrimiento de la Primera Cabeza Olmeca
El primero en descubrir una de estas enormes cabezas fue José María Melgar Serrano en 1862, en la localidad de Tres Zapotes (Veracruz, México). En su informe de 1869, describió el hallazgo como una «escultura magnífica» y destacó el «tipo etíope» que representaba. Fue la primera vez que se sugirió una posible influencia africana en la cultura olmeca.
Esta primera cabeza fue considerada una rareza hasta 1925, cuando un equipo de arqueólogos de la Universidad de Tula, dirigido por Franz Blom, encontró en La Venta otra cabeza de 2.5 metros de altura y 24 toneladas de peso. Cada nueva cabeza encontrada era distinta, con caras y yelmos diferentes. En San Lorenzo (Veracruz), se hallaron cinco cabezas más en la década de 1940, algunas pesando hasta 30 toneladas.
Los análisis con carbono 14 dataron algunas piezas en torno al año 1200 a.C. Los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor de 1200 a.C., y los más recientes del año 500 a.C. La civilización olmeca se centró en San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, manifestándose también en sitios como Laguna de los Cerros.