¿Cómo resolvía Pancho Villa la corrupción?
En 1914 Francisco Villa dejo la Gubernatura del Estado de Chihuahua para preparar a su División del Norte para tomar la ciudad de Torreón, por esas fechas se descubrieron malos manejos por parte del Tesorero del Gobierno del Estado de Chihuahua Don Sebastián Vargas.
Villa ordeno que lo arrestaran y lo subieran al tren para enjuiciarlo en el camino. La mañana que la División del Norte se preparaba para partir de la Cd. De Chihuahua en tren, el General Villa se acercó al Andén para saludar al Dr. Luis de la Garza y su familia, el Dr. de la Garza era parte del equipo de la brigada sanitaria que acompañaba al ejército revolucionario y era cercano al General Villa, la esposa del doctor le dijo:
“General, usted nunca nos ha hecho el honor de visitarnos”
“No señora, es que aquí mi doctor nunca me ha invitado” le contesto.
“Pues a ver que día va usted a tomarse una copita con nosotros” replico la señora.
“Una copa no, señora, porque no tomo, pero cuando regrese iré con mucho gusto a comerme con ustedes una tortilla con frijoles”
“General Villa – Dijo la Mujer -, supe que lleva en el tren a Don Sebastián Vargas y por favor General no lo vaya usted a fusilar, piense en sus hijas” – Es que Don Sebastián Vargas tenía dos hijas ya señoritas y corría el rumor en la ciudad que Villa se llevaba a Don Sebastián para fusilarlo por lo que había hecho con el dinero de la tesorería. El General escucho atentamente a la señora y poniéndose muy serio contesto:
“Señora de la Garza, déjeme acabar con estos bandidos, porque si no… ¿Cuándo va a componerse este país? Y no se preocupe usted por sus hijitas señora, que ya están criaditas, ya están criaditas.”
El General se despidió cortésmente y se retiró.
Anécdota encontrada en el libro “Pancho Villa ese desconocido” del Doctor Rubén Osorio.