Fotografía que nos muestra a dos inmensos Bogavantes (parientes de las langostas), y un niño en Nueva Jersey, año 1916.⁣⁣ ⁣⁣

Durante la era colonial estadounidense, las langostas se consideraban «carne basura» y eran comidas por sirvientes, prisioneros y familias pobres que no podían pagar nada más. Incluso las tribus indígenas que vivían cerca de la costa usaban langostas como fertilizante o cebo para peces en lugar de consumirlas. ⁣⁣

El político de Kentucky del siglo XIX, John Rowan, dijo una vez: «Las conchas de langosta en una casa se consideran signos de pobreza y degradación». Era común que las personas enterraran los caparazones de langosta en su patio trasero para evitar que sus vecinos los vieran. ⁣⁣

En una ciudad de Massachusetts, los sirvientes contratados incluso demandaron a sus dueños porque les estaba dando demasiada langosta. Ganaron la demanda y entendieron que solo podían ser alimentados con langosta, a lo sumo, tres veces por semana. ⁣⁣Las langostas tenían tan mala reputación porque eran extremadamente abundantes.

Los primeros colonos podrían simplemente caminar hasta la costa y recogerlos porque se arrastraban a la costa en masa. Tampoco ayudó que durante este tiempo, la gente comía langosta al asarla por completo y comerla como una pasta o estofado. ⁣⁣

A principios del siglo XIX, las personas pagaban 53 centavos por libra, por frijoles horneados; por el contrario en Boston pagaban solo 11 centavos por una libra de langosta. Era bastante común que se sirviera a los gatos. ⁣⁣Hacia finales del siglo XIX, la opinión pública comenzó a cambiar. A medida que los ferrocarriles comenzaron a expandirse en todo Estados Unidos, las compañías ferroviarias decidieron servir langosta porque era barata, abundante y en gran parte desconocida para los pasajeros del interior, que la encontraban deliciosa y exigían más.

Fue durante este tiempo que la carne de langosta también se estaba enlatando y vendiendo en todo el país, lo que impulsó la demanda aún más. ⁣⁣ En la década de 1920, había menos langostas, pero la demanda continuó aumentando. En la década de 1950, la langosta había consolidado su condición de manjar y se había convertido en algo que comían las estrellas de cine y los ricos. ⁣⁣

Por PanchoVillaMx