Cien curas con Pancho Villa, un niño héroe con Obregón

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10 de abril de 1915. Cien curas con Villa, un niño héroe con Obregón

En los días posteriores a la primera batalla de Celaya, 6 y 7 de abril, la prensa constitucionalista continuó con notas propagandistas y desinformativas sobre la situación general. Por ejemplo, señaló no terminar aún de levantar el campo después de tres días del combate, de igual modo aseguró del general Villa haber sido el primero en retirarse del combate y lo incriminó de haber matado a algunos de sus subordinados, motivo por el cual sus soldados desertaban arrojando las armas al suelo.

Finalmente, “El Pueblo” aseguró haber visto en las filas de la División del Norte a “cien curas reaccionarios”:


«Cuartel General en CELAYA, 9 de abril de 1915. -Primer Jefe del E. C. Venustiano Carranza. -Faros. -Veracruz. Hónrome comunicar a usted que agente información que tiene este Cuartel en filas villistas, ríndeme hoy siguiente información: ´Villa y sus fuerzas en derrota continuaron huida ayer al norte de Guaje, acompañados de más de cien curas de la comarca, a quienes Villa les hizo declaraciones, que después éstos se ocuparon de predicar que la batalla de Celaya no fue una pérdida absoluta: pues su retirada se debió que hubiera tenido que destruir la ciudad y él (Villa) respeta a las Iglesias y a las familias.

Dijo Villa que una vez que reorganizara sus tropas en Irapuato establecería su linea de defensa en campo raso para que no sufrieran los inocentes. Dijo también que la falta de parque contribuyó a la retirada; pero que en Irapuato se abastecería de ese elemento. Que en Irapuato reconcentraría fuerzas que tiene rumbo a GuadaIajara. Varias partidas de villistas, al huir, han tomado distintas direcciones. Número de trenes que vinieron del Norte con fuerzas asciende a diez y ocho y efectivo del enemigo quince mil hombres. Llevan algo más de dos mil quinientos heridos.´


“Permítome hacer notar que el fuego de artillería villista en su mayor parte, fue sobre las iglesias y sobre el centro de la ciudad. Respetuosamente. El General en Jefe.-Álvaro Obregón.”


“El Primer Jefe felicita al niño héroe
“En la Secretaría Particular del ciudadano Primer Jefe se nos proporcionó ayer copla de la felicitación que por conducto del Jefe del Cuerpo de Ejército del Noroeste envió al niño héroe, así como un telegrama que recibió el señor don Gustavo Espinosa Mireles del general Benjamín H. Hill; los cuales dicen:

Cuartel General en Faros, Veracruz. Abril 8 de 1915. General Álvaro Obregón. Celaya, Gto. Con gusto me he impuesto del rasgo de heroicidad del clarín de 10 años durante el combate de ayer.

Llámelo ante usted, felícitele en mi nombre y confírmele su ascenso a cabo. Con mi felicitación al niño héroe, recíbala también el General en Jefe del Cuerpo de Ejército del Noroeste, pues en el acto que me refiere, tan heroico fue el comportamiento de uno como el del otro. V. CARRANZA.»


En su libro Historia del Ejército Constitucionalista y de la Revolución constitucionalista, el general Juan Barragán aclaró la participación del niño trompeta:


“Uno de los trances más críticos durante la primera batalla de Celaya, ocurrió en la mañana del día 7, cuando las tropas del general Francisco R. Manzo, que cubrían una línea en el cuadro de defensa, intentaron abandonarla, por el pánico que se apoderó de los soldados, debido al hecho de habérseles agotado las municiones. En el preciso momento llegaba el general Obregón, quien abarcando la magnitud del desastre que amenazaba no sólo a la línea en inminente peligro, sino a todo el Ejército, […] se le ocurrió, rápidamente, un ardid que vino a salvar la situación.

Pidió un trompeta y le ordenó que subiera a la trinchera y tocara “diana”. Se le proporcionó al único que se hallaba en ese lugar, Jesús Martínez, un chamaco de diez años. Los villistas, que ya marchaban a tomar la posición que abandonaban los soldados del general Manzo, al escuchar el toque de victoria tuvieron un momento de desconcierto, creyendo, seguramente, en una celada que se les tendía, y suspendieron su avance, cuya pequeña tregua fue hábilmente aprovechada por el general Obregón para conducir tropas de otro sector y para aprovisionar, de municiones, a los que de éstas carecía.”

Corneta de 12 años, Jesús Martínez en la Batalla de Celaya, tocando “diana”, abril de 1915. Archivo Histórico de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Via INEHRM

Por PanchoVillaMx

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