Renace la lucha obrera en Cananea tras el triunfo maderista

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Impulsados por el espíritu revolucionario y las promesas de justicia social, trabajadores mineros de Sonora reactivaron su movimiento sindical tras la caída del porfiriato.

Cananea, Sonora.— Luego del triunfo de la Revolución maderista en 1911, en la frontera norte del país resurgió un fuerte movimiento obrero, especialmente en las regiones mineras entre Sonora y Arizona. Esta efervescencia no fue espontánea: llevaba gestándose desde los últimos años del régimen de Porfirio Díaz, en particular tras la histórica huelga de Cananea de 1906, que marcó un precedente en la lucha laboral en México.

Durante esos años, la propaganda anarquista circuló intensamente entre los trabajadores de las minas, alimentando la conciencia de clase y el deseo de transformación. La llegada de Francisco I. Madero al poder avivó las esperanzas de un cambio real en las condiciones de vida de los obreros, quienes, animados por las promesas de democracia y justicia, iniciaron nuevas movilizaciones.

El primer brote de huelga registrado en Sonora en este nuevo contexto ocurrió nuevamente en Cananea, símbolo histórico del descontento obrero. Inspirados por el discurso reformista del “Apóstol de la Democracia”, los trabajadores fundaron la Unión Obrera de Cananea, una organización desde la cual comenzaron a exigir mejoras salariales y condiciones laborales dignas ante los empresarios extranjeros que seguían dominando la industria minera.

El renacimiento de la lucha obrera en la región evidencia que, más allá del cambio de régimen, las demandas sociales de los trabajadores seguían vigentes. La Revolución, para ellos, no significaba solo un cambio de gobierno, sino la posibilidad real de transformar su realidad cotidiana.

📚 Fuente: Juan Manuel Romero Gil, “Sonora: la revolución en el socavón, 1910-1918”

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