Un mercado para la ciudad
En 1703 terminó de edificarse el mercado del Parián sobre la Plaza Mayor (Zócalo). Así fue llamado por su similitud con el barrio amurallado de Manila para el comercio con China.
Tenía «la forma de una ciudadela o castillo, cuenta con ocho puertas y cuatro calles, con su plaza en medio que es la que llaman el Baratillo grande.
Todo por dentro y fuera, son tiendas de todo género de mercancías, así de la Europa como de la China y de la tierra, con infinita variedad de loza, pedrería, argentería, pasamanería, etc., que deposita en sí más de 30 millones de valor.
En el centro del Baratillo hay formadas calles de jacales o barracas, y este centro se compone de ropas hechas y de otro género de utensilios nuevos para todo género y calidad de personas.
Véndense a la mano particularísimas curiosidades de láminas, relojes, vasos y otras mil de plata; espadas, espadines, armas de fuego, jaeces, libros, nichos, imágenes, cristales, etc.», escribía Juan de Viera en su Breve y compendiosa narración de la ciudad de México, de 1777.
El mercado permanecería hasta el s. XIX.
Vía Relatos e historia de México
Por PanchoVillaMx