Walter Sanborn: Una historia de éxito
Walter Sanborn desembarcó en el puerto de Veracruz en el año de 1897 a los 22 años de edad, habiéndose graduado como químico farmacéutico en la ciudad de Los Ángeles, California.
Para el año de 1903 ya había fundado junto con su hermano mayor Frank una pequeña droguería en la Ciudad de México.
Pronto agregaron al negocio el servicio de Fuente de Sodas (la primera de la capital), pasteurizando su propia leche y productos lácteos. Porfirio Díaz y su esposa eran asiduos de los Sundaes y Bananas Splits, al igual que toda la «crema y nata» de la sociedad mexicana.
Después de abrir tres establecimientos en la ciudad, dos en la calle de Madero (antes San Francisco) y uno en la calle 16 de septiembre, con visión de crecimiento, se aventuraron al norte abriendo un cuarto establecimiento en el puerto de Tampico; tienda que resistió hasta 1914, cuando fue saqueada y destrozada por un motín antiyanqui.
En diciembre de 1914 , cuando Pancho Villa y Emiliano Zapata hicieron su entrada triunfal en la Ciudad de México, la «Tropa Zapatista» aprovechó para tomar café, chocolate caliente y pan de dulce en el famoso Sanborns de la calle Madero, justo en el lugar donde hoy se encuentra la Librería Madero, unos metros más adelante en la misma acera de la Casa de los Azulejos.
Ante la inseguridad y las dificultades políticas y económicas de los años revolucionarios, Walter decidió regresar a los Estados Unidos, mientras que Frank se resistió a abandonar México con una inmensa fé en el porvenir de nuestro país.
El 11 de octubre de 1919 después de dos años de adaptaciones y esfuerzos, cerró las tres pequeñas sucursales y concentró todo el concepto Sanborns en un sólo lugar, Madero 4, mejor conocida como «La Casa de los Azulejos«.
El éxito fue rotundo desde el primer día: un mini centro comercial en un marco irrepetible.
Restaurante, salón de té, fuente de sodas, tienda de regalos, farmacia, dulces y con el tiempo se agregó la librería, las revistas y la oferta de música y tabacos.
Es importante recalcar que en los años 20, Frank Sanborn terminó de armar todo el concepto que hoy sobrevive y funciona como un negocio redondo, al inventar algunos productos y agregar otros, generando una cultura que ya ocupa un lugar indiscutible en la vida de México.
Los tres búhos aluden a su persona y sus dos hijos conocidos por todos como los tecolotes y que aparecen juntos arriba de un marco de cantera como parte del mural del patio .
En un principio Sanborns de Azulejos fue considerado el restaurante y la tienda más elegantes de México.
Después el lugar de encuentro por excelencia para turistas de todo el mundo; el slogan de la tienda fue: Meet me in Sanborns.
Frank agregó una selección de arte popular y plata mexicana de altísimo nivel, lo que le valió el mote de La Casa del Buen Gusto, hasta bien entrada la década de los 60.
Conforme el país se fue transformando, se convirtió en el restaurante más democrático del país, al cual acudían a desayunar todos los días: banqueros, estudiantes, políticos, amas de casa, comunistas, libre pensadores, artistas, profesores, poetas y sabios. -«¿Qué se dijo hoy en Sanborns?«-, era lo primero que el presidente Miguel Alemán le preguntaba a su secretario en los años 50 y aún pueden verse un par de mesas de comensales que han ido todos los días en los últimos 40 años; los grandes revolucionarios de café en donde se ponían a prueba las ideas y las últimas noticias.
Frank Sanborn vendió su negocio en 1946 con 400 empleados y dos tiendas (Monterrey fue la segunda, abierta el 16 de julio de 1936 en un caserón antiguo) a la Compañía Walgreen de Chicago, que contó con un grupo importante de socios mexicanos.
Frank murió a los 86 años en su casa de México en 1959, al poco tiempo de haber recibido del gobierno el certificado con su nacionalidad mexicana.
No fue sino hasta 1985 que Sanborns se convirtió en una empresa 100% mexicana cuando la adquirió Grupo Carso con 31 tiendas en distintas ciudades de la República.
Hoy son más de 100 tiendas desde Tijuana hasta Cancún con 18,500 empleados y 4 fábricas que se encargan de elaborar sus productos y estandarizar su calidad.
Por PanchoVillaMx