¿Quién extraña lo que no conoce?
Hace poco más de 5 siglos, los nativos en México dejaron de sentir orgullo, sus hijos y los hijos de sus hijos jamás se enteraron que sus abuelos habían construido una civilización impresionante…
Hoy, 500 años después de la llegada de aquellos hombres que poseían una extraña forma de ver el mundo, los mexicanos comienzan a descubrir cosas que un sistema deficiente omitió en los libros de texto.
Hoy se sabe que los olmecas descubrieron el proceso de vulcanización 3500 años antes que Charles Goodyear, que Teotihuacan fue más grande que la Roma imperial, que Texcoco fue una capital cultural del mundo nahua, una ciudad similar a Atenas para los griegos, se sabe que Tenochtitlan contaba con 700 mil habitantes, es decir, era 16 veces más grande que Sevilla en aquel entonces.
También se sabe que la educación entre los nahuas comenzaba desde la niñez y que era obligatoria, pública y universal, al contrario de los europeos, que solo educaban a los niños de la nobleza, sabemos el día de hoy que los mayas edificaron observatorios y que diseñaron el único calendario de venus en la antigüedad y que en la ciudad de Ek Balam fundaron las escuelas de pintura más importantes de su cultura.
Se sabe que los wixarika y los raramuri aprendieron a conectar su corazón y su pensamiento con la tierra y su esencia gracias a las plantas de poder y que evitaban las enfermedades físicas sanando la mente primero.
Sabemos tanto que hoy es posible dejar atrás esa creencia de que los europeos descubrieron un continente y que además lo civilizaron, porque como pudiste apreciar, la civilización aquí ya existía, pero era algo que los europeos no tenían la capacidad de entender.
Tomado de la red.