Fierro ahogado en Nuevo Casas Grandes
Su temeridad lo llevó a la muerte el 13 o 14 octubre de 1915, en la laguna artificial que lleva su mismo nombre Laguna Rodolfo Fierro, Nuevo Casas Grandes, Chihuahua.
A mitad de la laguna había un tajo de unos 18 metros de ancho y cinco de profundidad; la charca en esa zona estaba más o menos congelada, era octubre un mes de frío y en una zona norte del estado de Chihuahua: “Este es el camino para los hombres que sean hombres y que traigan caballos que sean caballos”, comentan que mencionó Rodolfo Fierro.
Cuando trató cruzar, su yegua se fue al fondo y él salió nadando y riendo. Se dice que le pidió otro caballo a su asistente, una yegua alazana, y trató de ir por el mismo lugar.
El coronel Adán Mantecón le insistió en que era inútil, pudiendo rodear la laguna en unos minutos, pero “Fierro dijo que él ya se había mojado y que íbamos a pasar por ahí” y montó su yegua negra a pelo.
A los pocos minutos, el animal comenzó a cansarse al no hacer pie en la laguna y entramparse en el lodo. Nuevamente, haciendo caso omiso de las advertencias de sus compañeros,
Fierro dijo que aquello era un charco. Sus últimas palabras fueron: “Cómo que no, síganme.”
Al llegar al tajo, la yegua perdió pie, dio una maroma y lanzó a Fierro debajo de ella. Es de creerse que las patadas de la bestia dejaron al jinete sin sentido. “Nomás salió a flote su sombrero tejano.”
Por PanchoVillaMx.