Por Jorge Cabrera Vargas

Gilberto Bosques nació en Chiautla de Tapia, Puebla; fue un diplomático mexicano, enviado como Cónsul a París a inicios de la Segunda Guerra Mundial, por el gobierno de Lázaro Cárdenas.


En 1939, los alemanes acosaban al país francés, invadieron París, por lo que Bosques tuvo que trasladar el consulado a Marsella. La primera acción que realizó fue garantizar la seguridad de los mexicanos radicados en Francia, muchos españoles acudieron a la embajada solicitando la visa mexicana para poder escapar de Europa.

Gilberto Bosques rento dos castillos donde alojo a 1350 personas, declaró los castillos territorio mexicano, para impedir que la Gestapo actuara en contra de los refugiados.


El gobierno mexicano rompió relaciones con la Francia ocupada, entonces la Gestapo capturó la embajada mexicana, deteniendo a Gilberto Bosques, a su esposa y tres hijos, además de otras 43 personas de la embajada, todos fueron llevados a Alemania donde permanecieron presos por un año.


En abril de 1944, Bosques pudo regresar a México, en la estación del tren de la ciudad lo esperaban miles de refugiados, entre ovaciones fue llevado en hombros, firmó 40 mil visas mexicanas, las mismas vidas que le arrebató a los alemanes.

Gilberto Bosques, diplomático mexicano

Por Jorge Cabrera Vargas